miércoles, 23 de marzo de 2011

Qué poco me cuesta imaginarte desnudo.

Sonaba música de fondo, rock americano,entre todas las personas tú eras el único que sin quererlo gritaba "ven, cómeme", pareció que todas las canciones de los Rolling Stones sonaran a la vez. Sin querer evitarlo aparecimos medio desnudos en un reservado. Yo te mordía un pezón, tú me susurrabas lo mucho que te gustaba dormir sobre mi pecho, era el apoyo perfecto para tu pelo castaño y alborotado. Le dimos la última calada al porro de la pasión y tiramos la chusta debajo del colchón.


Mi triunfo es tu cuerpo.

miércoles, 2 de marzo de 2011


Le bajo los tejanos y recorrió su vientre y los muslos con los labios. El tiempo se dilató, se volvió eterno, y luego se detuvo.
Justo ahora, pensó ella. En este momento.
Fue como si toda ella se abriera para él, y todo en ella fuera calor y entrega. Despacio, aunque su deseo empezó a mostrarse latente en su cuerpo, y con las manos la guió hasta el climax.
Contempló como el placer convertía sus ojos en dos cristales azules, y saboreó sus gemidos uniendo sus labios.
Cuando sus miradas volvieron a cruzarse, se quitó la ropa, la penetró y permaneció dentro de ella mientras sus cuerpos temblaban.
Ella pronunció su nombre en un único y largo suspiro, y se alzó para acogerlo.
No más preguntas, tan solo respuestas, una maravillosa respuesta con cada movimiento.
Le acarició la espalda y sus tersas nalgas, por el simple placer de hacerlo.