Mi cama esta fría desde que no me acompañas todas las noches con tus tonterías y locuras. Echo de menos tu mano imprudente rozando el interior de mis muslos de madrugada y que me despiertes como un gran cachorro llenándome de babas. Volvamos a nuestras noches de pasión desenfrenada y lujuria censurada.
Quiero a mi osito de peluche gigante.