No soy celosa, y mucho menos contigo, eso implicaría quererte y no te quiero. Lo nuestro no va mas allá de un par de caricias, unos cuantos besos y un buen polvo. En realidad, creo que lo único que me atrae de ti es que estás prohibido, y a mi lo prohibido me encanta, me fascina y porque negarlo, me pone.
Aquí estamos otra vez con un puñado de letras guarras,
escritas muy poco antes de desmayarnos sobre la barra.