miércoles, 23 de marzo de 2011

Qué poco me cuesta imaginarte desnudo.

Sonaba música de fondo, rock americano,entre todas las personas tú eras el único que sin quererlo gritaba "ven, cómeme", pareció que todas las canciones de los Rolling Stones sonaran a la vez. Sin querer evitarlo aparecimos medio desnudos en un reservado. Yo te mordía un pezón, tú me susurrabas lo mucho que te gustaba dormir sobre mi pecho, era el apoyo perfecto para tu pelo castaño y alborotado. Le dimos la última calada al porro de la pasión y tiramos la chusta debajo del colchón.


Mi triunfo es tu cuerpo.

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