lunes, 9 de enero de 2012

Últimamente mi principal ocupación día y noche eres tú, cómo estas, con quién y dónde; pero sobretodo me pregunto porqué no hubo ni un triste adiós. ¿Cómo puedo ser que olvidases de la noche a la mañana todas nuestras salidas clandestinas a la vuelta de la esquina en tu viejo Peugeot blanco? Ya ni siquiera esta él, lo has sustituido por un Citroen rojo, vacio, sin resquicios de nuestra historia. Soy incapaz de reconocerte, me cuesta creer que ese al que observo a lo lejos de vez en cuando sea el mismo que rozaba mis muslos y devoraba mi boca, ese al que "robaba" cigarros buscando mordiscos indiscretos y calor en las últimas tardes de primavera.

"Si, aún tengo un sitio en que hacerme el dormido, debajo tu piel".


"-Mañana volveré.
-Eso me lo dicen todos, anda besame y te marchas.
-Trato de hacerlo bien, pero nos quedamos solos yo y mi lunita de plata".

                                          

No hay comentarios:

Publicar un comentario